Los
investigadores neurológicos, psicólogos y educadores coinciden en que:
·
La
educación ha de empezar desde los primeros días de vida del niño, ya que es el
momento adecuado para empezar a moldear su futura personalidad.
·
Estimulación
temprana no consiste en acelerar el desarrollo, sino en aprovechar plenamente
todo el potencial infantil desde el principio.
·
En la
temprana edad el niño aprende exclusivamente a través de sus juegos,
actividades, el contacto con los objetos. Educarlo quiere decir incitarlo a realizar
actividades mediante las cuales pueda aprender algo nuevo y útil.
·
Debe
estimulársele y alentársele para que se entregue a la actividad, nunca
forzarlo.
·
El
juego propicia un ambiente agradable cargado de alegrías, logros y afectos,
esto favorece el aprendizaje y hace que el niño eleve su autoestima, y se
sienta querido y seguro.