Atenderán:



Motricidad fina y gruesa.
El lenguaje y la comunicación.
Sociabilidad y autonomía personal.
Desarrollo afectivo.
Desarrollo cognitivo.




Con la estimulación temprana se pretende enseñarle una actitud ante las personas, cosas y juguetes. Se trata de que centre su atención ante los acontecimientos de la vida diaria, que empiece a comprender la relación que existe entre la causa y el efecto. En resumen, es preparar unas capacidades que le van a venir bien a lo largo de su vida.
Los objetivos de la atención temprana se irán cambiando según vaya consiguiéndolos, pero no se debe marcar en un período fijo, ya que CADA NIÑO SE DESARROLLA A SU MANERA. Así que el único marco de referencia es el propio niño.

La finalidad de la estimulación temprana es conseguir el máximo desarrollo de sus capacidades para lograr una comunicación e integración en su ambiente familiar, social y escolar.

Hay que tener en cuenta el espacio físico donde realice la estimulación, ya que debe de estar bien ventilado, con buena temperatura. La decoración también es importante porque motivará al niño en mayor o menor medida, las paredes deben tener un color suave con motivos no exageradamente coloreados, pero sí con objetos que estimulen.