ESTIMULACIÓN TEMPRANA DEL DESARROLLO




Son aquellas actividades y experiencias que necesita el niño para desarrollar sus habilidades, aprovechando la capacidad de aprendizaje que tiene en la etapa más importante de sus vidas, los primeros 6 años.

Los primeros años de vida son los más importantes ya que es el periodo en que se alcance el máximo desarrollo del cerebro, órgano encargado de funciones superiores como la capacidad de hablar, comprender, razonar, sentir.

Al nacer, el bebé tiene un cerebro que no ha completado aún su maduración, las neuronas que posee y las conexiones que éstas deben realizar son mínimas de tal manera que la organización del trabajo cerebral y sus capacidades elementales racionadas a su supervivencia como son la succión y el llanto, las experiencias, cuidados, caricias, afecto que reciba va a permitir que se establezcan dichas conexiones cerebrales. De estas conexiones dependerá la manera en que los niños piensen, sientan, se comporten y aprendan.

Existen ciertos periodos propicios para el aprendizaje, por ejemplo en los cuatro primeros meses, el cerebro estará mejor preparado para establecer las conexiones cerebrales encargadas de ver. Si estas conexiones no se establecen en este periodo, esta capacidad se perderá.