Es otro factor en
el desarrollo del niño, desde la gestación de la madre. La mala salud de la
madre durante el embarazo puede ser causa de muchos casos de enfermedad,
discapacidad y muerte de los niños, pues en esta etapa el organismo requiere
mayor cantidad de nutrientes que en la edad adulta, ya que los necesita para la
formación de nuevos tejidos y para el mantenimiento de los ya existentes. A
partir de los 18 semanas aproximadamente se empieza producir el crecimiento del
encéfalo, donde los cambios bioquímicos marcan el desarrollo estructural del
sistema nervioso central (SNC) que distingue a la especie humana de otras y
donde tiene lugar el proceso de arborización dendrítica, conexiones sinápticas
y el comienzo de la mielinización. Es aquí donde los problemas nutricionales
pueden causar alteraciones irreversibles. Las embarazadas necesitan nutrición
adecuada y buena.
La madre después
del parto y mientras brinde lactancia a un bebe, también necesita de una buena
y adecuada nutrición, pues por la leche materna se está transmitiendo todos los
nutrientes que un niño necesita para su
crecimiento y desarrollo, y que está no es reemplazada por ninguna formula. Lo
adecuado que debe consumir una madre gestante es proteínas, vitaminas y hierro.
Tener en cuenta
que la salud adecuada de un niño va en relación al peso y talla, si la
nutrición es buena, sus medidas estará dentro de los estándares normales.
La actividad
estimulante, la nutrición adecuada, las experiencias variadas y ricas, así como
el afecto, transforman el cerebro, produciéndolos más voluminosos, mayores
conexiones sinápticas y por lo tanto mayores posibilidades de aprender y
retener lo aprendido, lo cual tendrá repercusiones en el rendimiento escolar y
en la vida adulta.
El cerebro del
niño pequeño se desenvuelve por la estimulación de cadenas sensoriales (el
sentido de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto), durante la
primera infancia. El padre que lee un cuento a su hijo pequeño sentado en sus
rodillas le hace vivir una experiencia enriquecedora que favorece su desarrollo
cerebral. Los cuidados y estímulos que se le dan al niño hace que se
desenvuelva las partes del cerebro que coordinan las funciones visuales y de
otros sentidos, ellos activan también las arborizaciones neuronales en otras
partes del cerebro que son el soporte de funciones superiores como la
motivación y el comportamiento.Es importante brindar en el niño el juego y
situaciones que el niño tenga que solucionarlos e interacción con otros niños,
esto ayuda a estimular las áreas del nivel cognitivo, psicomotriz, lenguaje y
social.
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