Estimular tempranamente, es darle los medios al recién nacido, al bebé y al
niño para que entienda el mundo que lo rodea.
El primer recurso es proporcionar al niño ACTIVIDADES, experiencias o
juegos de estimulación que promuevan e impulsen su desarrollo. Los juegos
varían de acuerdo con la etapa o edad que éste vive. Los progresos en sus
conductas, las necesidades y el interés que él expresa, será lo que nos dirá
como seleccionar y organizar las actividades de estimulación.
El LUGAR debe tener un ambiente que sea tranquilo, sereno y alegre, con
cierto espacio ventilado, y libre de corrientes aire, con luz natural
suficiente, arreglado con sencillez y orden, de acuerdo a las necesidades del
niño.
Antes de comenzar debemos seleccionar MATERIALES más atractivos de diversas
formas y de colores brillantes, lavables, resistentes, de fácil manejo por las
manitas del bebé para que los agarre, las chupe, los tire y más tarde, cuando
esté en capacidad de hacerlo, pueda pasárselos de una mano a otra.
Es importante que estos no sean peligrosos. Hay que recordar que no sólo las cosas quebradizas cortantes o tóxicas pueden implicar riesgos; también objetos de uso cotidiano muy pequeños o las bolsas plásticas.
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